La Cámara de Exportadores (CERA) detalló que en abril el país asiático fue el primer socio de la Argentina con 11,7% de las ventas totales y con 14,1% de las importaciones.
China desplazó a Brasil como principal socio comercial de la Argentina durante abril y la balanza del intercambio bilateral arrojó ese mes un saldo favorable para el país de US$ 98 millones, después de los déficits de US$ 253 millones en marzo, US$ 385 millones en febrero y US$ 468 millones en enero, informó la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA).
La entidad exportadora, en base a datos del Indec sobre comercio exterior, evaluó la tendencia al equilibrio mostrada por la balanza comercial desde comienzos de año en medio del impacto por la propagación del coronavirus, tanto por el descenso de las importaciones desde China como de los mayores embarques hacia ese país.
El derrumbe reciente del intercambio con Brasil favoreció el encumbramiento de China como socio principal, lo cual también fue analizado por el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, en un encuentro remoto con el embajador Zou Xiaoli, con quien trató la perspectiva de mayores envíos de derivados de porcinos y arándanos, entre otros temas.
La Argentina compró en abril productos chinos por US$ 411 millones, US$ 61 millones menos que en marzo y 40,3% por debajo de doce meses atrás.
El análisis de la CERA mostró el fuerte retroceso en las importaciones de ese origen, ya que en febrero habían ascendido a US$ 580 millones, en enero fueron US$ 750 millones y el año pasado oscilaron entre US$ 616 y US$ 950 millones mensuales.
El ingreso al país de productos chinos se ubicó en abril prácticamente en la mitad del promedio mensual de 2019, y en algo más de un tercio de los niveles de 2017-18.
Las exportaciones de productos argentinos hacia China, en tanto, se ubicaron en el transcurso de abril en US$ 509 millones y mostraron una suba de 50,6% interanual.
Esos envíos experimentaron un claro repunte frente a los US$ 225 millones de marzo, los US$ 195 millones de febrero y los US$ 282 millones de enero.
Entre los principales rubros colocados en el país asiático sobresalieron los porotos de soja (52% del total de las ventas); la carne bovina congelada y deshuesada (29%); camarones y langostinos (8%); grasas y aceites animales o vegetales (6%).
La Cámara de Exportadores detalló que en abril China fue el primer socio comercial de la Argentina al desplazar a Brasil, con 11,7% de las ventas totales y con 14,1% de las importaciones del país.
El intercambio comercial entre Argentina y Brasil cayó 44,7% interanual durante abril, el mayor retroceso desde febrero de 2009, de acuerdo con datos publicados este lunes por el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior del país vecino, y sumó apenas US$ 846 millones en mayo, según la consultora local Abeceb.
En el primer cuatrimestre se exportaron productos locales a China por US$ 1.211 millones (una suba interanual de 4,4%), mientras las importaciones totalizaron US$ 2.841 millones (4,7% más).
De ese modo se redujo el déficit comercial con ese país a US$ 1.502 millones en enero-abril de este año, frente a US$ 1.682 millones en igual período de 2019.
En cuanto al encuentro de Basterra y Zou Xiaoli, el ministro destacó que el trabajo conjunto permitió, por primera vez, exportar limones, arvejas y carne ovina a China.
La Aduana de ese país declaró además, recientemente, como áreas libres de mosca de los frutos a la Patagonia y a los Oasis de Mendoza, «lo que permitirá disminuir costos y mejorar la calidad en la exportación de cerezas, peras y manzanas», indicó un comunicado.
Según el texto, el embajador chino sostuvo que «debemos ensanchar nuestro comercio bilateral avanzando en subproductos porcinos, tecnología agropecuaria y logística».
Basterra, a su vez, adelantó que esta semana el Senasa (Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) enviará a Beijing una nota en la que se manifiesta el interés argentino de avanzar en el protocolo conjunto para la exportación de subproductos porcinos a China, y destacó también la posibilidad de acceder, para los arándanos, a una reducción en los aranceles de importación de China, similar a la dispuesta en los últimos años para cranberries, lo que «nos permitiría llegar con precios más competitivos».